La danza del vientre, danza egipcia o correctamente llamada danza oriental, es la evolución de diversas danzas antiguas tradicionales de Oriente Próximo. Este baile tiene su sistema de movimiento centrado en ondulaciones, golpes fuertes de cadera y vibraciones, realizadas sobre todo por la zona del troco del cuerpo y caderas.
Partes del cuerpo en danza oriental
Se utilizan también los pies y los brazos, pero lo más característico son los movimientos descritos en el centro del cuerpo. Si quieres aprender más acerca de las vibraciones o shimmies, clica sobre el siguiente enlace donde se habla detenidamente del shimmy en la danza oriental
Esta danza es tan compleja porque incluye movimientos del folklore egipcio, la danza clásica y la danza contemporánea, con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos para todas las partes del cuerpo, aunque los de cadera son como hemos dicho, los más importantes.
Movimientos en fusiones de danza oriental
La danza del vientre agrupa varios estilos diferentes, que se bailan de distintas formas también, por ejemplo:
- En el caso del pop, se utilizan movimientos de caderas y vientre, con golpes secos y cortos y a veces podemos incorporar la utilización de velo a nuestras coreografías.
- En el flamenco árabe destacan los movimientos de piernas y brazos, la bailarina suele ir vestida con una falda ancha y puede usar una pandereta, entre otros elementos.
- En la danza fusión destacan movimientos fluidos de vientre y caderas, podemos utilizar elementos de fantasía, dependiendo de que fusión se trate, por ejemplo, gran abanico de plumas en burlesque, bandejas en tribal, y también elementos de fuego.
- En la percusión se mueve todo el cuerpo con golpes secos y fuertes, sobre todo pecho, caderas y vientre.
Esta rica danza tiene una técnica tan compleja como fascinante, que hará que quieras aprender cada vez más cosas. Entre sus principales movimientos el cuello se mueve de un lado a otro; las caderas forman líneas rectas, ochos y símbolos del infinito; las piernas se mantienen flexionadas pero sueltas, y los brazos tienen un lenguaje propio.