Bellydance es el nombre con el que se conoce en español el estilo de la danza del vientre, un baile que toma elementos del folclore y los bailes de Oriente Medio y el norte de África. Para que nos entendamos, ese sinuoso baile que hemos visto mil veces y que se centra principalmente en el movimiento de caderas.Bienvenido al portal para bailarinas de danza oriental, aquí encontrarás información y todo tipo de material para tus bailes, desde ropa Bellydance hasta cualquier elemento que necesites para tus coreografías.
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Es difícil situar sus orígenes, pero el arte del Islam muestra imágenes de bailarinas en las paredes del palacio allá por el año 1000. El pañuelo de monedas, proviene de las gawazy, bailarinas gitanas que bailaban en las calles y en los mercados. Cómo eran nómadas, cosían a sus ropas las monedas que recibían por sus bailes, para no perderlas en sus trayectos. Por ejemplo, no recomiendo a una bailarina novata utilizar el pañuelo de monedas con un velo, ya que además de que el velo puede sufrir pequeños desperfectos, puede engancharse a las monedas en mitad del baile, y salir de ahí airoso podría resultar complicado. Además incorporo un botón donde encontrarás una selección de cada elemento, por si necesitas comprar alguno y además te dirigiré a una página mucho más detallada de la historia, simbología y consejos. Por ejemplo, en Egipto no se utiliza siempre, y cuando lo hacen se desprenden de él rápidamente, sin embargo, en el Líbano, se le da una gran importancia y hacen muchas combinaciones y vueltas, para sacar de él el mayor partido posible.
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El bastón en bellydance es la versión femenina del que usan los hombres, que es una vara de caña mucho más larga y gruesa. La bailarina debe conocer los ritmos árabes y tocar conociendo la música, según su interpretación personal. El más conocido es aguantar el sable en la cabeza, también se puede sujetar en la cadera, en el pecho, en el hombro, en la muñeca, sobre el muslo con la rodilla levantada, e incluso sobre el pie. Son como las alas tradicionales, pero tienen un botoncito en el palo cerca de donde se sujetan, para poder apagarlas o encenderlas en cualquier momento. La melodía para tus coreografías dependerá solamente de ti, algunas de mis compañeras les gustan lentas, yo utilizo dependiendo de mi estado de ánimo ritmos lentos o más dinámicos, sobre todo para hacer apariciones cortas. Lo mejor es combinar las opciones para aumentar la variedad, aunque es recomendable terminar con los dos abiertos, ya que es lo más vistoso. Pero te recomiendo que antes de incorporarlos al escenario domines la técnica del encendido-apagado, ya que al igual que las alas de isis, disponen de un botón para iluminarlos, pero no es tan sencillo, entre otras cosas porque tendrás que combinar la sintonía con las dos manos, ya que cada una deberá de encender un abanico al mismo tiempo.